Prólogo. Como se cuentan
las cosas (Cristina Fallarás)Introducción. Hip hop,
dialéctica y algunas notas preliminares1. Orígenes Marvel2. No todos los curas violan
niños3. Ruzafa nights4. Sé un capullo, sé manada5. Miedo y asco en el Kremlin6. De la miseria en el medio
musical. Hoteles, carretera y costra7. Higiene y Punk8. Los Chikos del Maíz son
vascos, proetarras y jefes del Comando Madrid9. Trolls y haters
de internet10. BOA como encarnación del
mal en estado puro11. Érase una vez unas Ray-Ban12. ¿Tú tienes groupies? Yo
rehenes13. La Mazorca se hace las Américas14. Pasión de Talibanes15. La Estanquera de Saigón16. Se cierra el telón (y
unas gotitas de misantropía)17. Libertad para qué18. Conclusiones y algunas
caras BEpílogo. Cultura,
compromiso, nocturnidad y provocación (Toni Mejías)
Prólogo de Cristina Fallarás
Epílogo de Toni Mejías
Diez de la mañana en una
rave más allá de la V30, año 2003. Dos chavales rapean atrocidades en medio de
un montón de gente que ha sobrevivido al desfase techno de esa noche. Ellos
todavía no lo saben pero acaban de nacer Los Chikos del Maíz. Este libro habla
de estaciones de servicio, horas de furgoneta, okupas, salas con el peor sonido
de la historia y conciertos salvajes de los que recuerdas el resto de tu vida.
Pero también de currar soldando y colocando bajantes en una fachada durante
horas, de orgullo del extrarradio y de regalar maquetas a las puertas de los
festivales.
Llamando a las puertas del cielo es el relato en primera
persona de una de las bandas de rap más importantes del país, un viaje en
furgoneta por la música, la política y las historias personales de uno de sus
integrantes, Nega. No importa si no has escuchado al grupo o no conoces su trayectoria:
este es un libro para todos los que quieran escuchar una buena historia contada
con mucha honestidad, sentido del humor y rabia que sale de muy adentro. Una
narración directa, descarnada y emocionante sobre cómo aquello que no escogemos
el barrio, la familia es lo que nos hace ser lo que somos.
«No hay glamour aquí, y
menos mal: hay estilo. No es Nega quien escribe, y menos mal: ya queríamos conocer
a Ricardo. Un niño de barrio que construía fallas contra la OTAN, un vástago
con memoria del sudor de sus padres, un hombre que lucha, que no se calla, que
no llora, un obrero con la conciencia de clase bien fresca, un francotirador de
la letra que guarda también balas para la izquierda rancia que exige 'pobreza' como
sinónimo de 'pureza'.» Lorena G. Maldonado, periodista
(El Español).
«Quizá lo mejor de este
libro sea el surgimiento de un cronista divertidísimo, lleno de energía y de
ideas, que a su vez es la cara B de uno de los raperos más originales del
Estado. Como en la música de Ricardo, aquí hay destellos, chulería, ritmo,
discurso y provocación; y todo fluye de maravilla.» Antonio J. Rodríguez,
editor
(Playground).
«Del mono azul a los
escenarios: material de primera para encender las redes por lo menos una
década.». Nuria Alabao, periodista
(El Salto, CTXT).