Gracia San Sebastián ha renunciado a una exitosa carrera laboral en Nueva York y ha regresado junto a su marido a su localidad natal, Oviedo, para ejercer de investigadora de fraudes a la Seguridad Social. Su nuevo caso está relacionado con el cobro de la pensión de un militar franquista que sobrepasa los ciento doce años, edad a todas luces sospechosa.Mientras su vida personal avanza por sendas imprevistas, la investigación del caso se complica cuando el supuesto suicidio de una vecina de su madre parece estar relacionado con el cobro indebido de la pensión.