El pasaje de Federico García Lorca en América fue decisivo, tanto para afirmar su prestigio como por las resonancias específicas que tuvo en su obra. El viaje al Río de la Plata en 1934, supo de una estadía bastante prolongada en Montevideo que marcó, para siempre, a sus coetáneos y que continuó viva en la memoria de quienes los sucedieron. Pero, como esta investigación se encarga de probarlo, la presencia y la polémica sobre la obra y la persona de Lorca es anterior prolongándose hasta la actualidad.