Invitado por la condesa de Montcornet, el periodista Émile Blondet llega desde París a un entorno rural que
tan solo es idílico en apariencia, ya que la realidad demuestra ser mucho más brutal. Joya poco conocida dentro de la
producción de Honoré de Balzac, Los campesinos constituye uno de los pocos ejemplos en los que el ciclo literario de La
comedia humana se adentra en ambientes netamente agrestes para dejar un turbador testimonio de las tensiones entre
clases sociales antagónicas.