Parece que Carlos lo tiene todo: vive en un chalé estupendo y su padre, Miguel, es uno de los autores de libros juveniles más famosos del país, creador de Keio, un personaje que arrastra a los chavales. Sin embargo, a cambio de la fama, Miguel ha renunciado a los héroes de Kalanum, y esa renuncia ha tenido un precio demasiado alto: su propia alma.
¿A quién puede recurrir Carlos para recuperar al padre siempre escaso de dinero pero sobrado de cariño e imaginación? Solo se le ocurre una respuesta: los mismos héroes a los que Miguel condenó al olvido.
Lástima que sean personajes de ficción y que vivan en un inaccesible mundo de fantasía... ¿o no?