"Los hijos muertos constituye uno de los principales hitos en la carrera literaria de Ana María Matute. Daniel Corvo y Miguel Fernández son los dos protagonistas de esta novela. Con el telón de fondo de la posguerra, la autora emplea una prosa rica, llena de imágenes en la que se respira una dura crítica a la hipocresía, la defensa de la moral natural y la libertad de sentimientos.