Pocas comunidades judías establecidas en al -Andalus durante la época medieval consiguieron tan destacada fama como la de Lucena, cuyo resplandor cultural pudiera compararse al que alcanzaron los círculos literarios hispano-hebreos asentados en Córdoba y Granada. Todos los cronistas judíos o musulmanes anteriores al Renacimiento europeo no dudan en calificar a Lucena como lugar de los judíos durante los siglos IX-XI, pues en ella se estableció una aristocrática, selecta y populosa comunidad judía, en ocasiones centro jurídico y cultural de la diáspora de la España meridional.