Rompiendo con la temática naíf, las líneas curvas y el acercamiento al realismo, un grupo de insurrectos artistas de los Walt Disney Studios, decidieron crear su propia empresa de animación: United Productions of América, más conocida como la UPA. Su apuesta por un estilo de dibujo cercano al de la prensa, de diseños simplificados, líneas rectas, colores que desbordaban el contorno de los personajes y fondos decididamente bidimensionales; una animación rompedora, estilizada, que se desprende de la fluidez del movimiento real y entra en sintonía con la música jazz; y unas historias que conectan con las familias de clase media de las grandes ciudades del mundo occidental, donde existen los atropellos, los juicios amañados, los problemas financieros o los desencuentros del amor; convirtió a la UPA en el estudio más influyente en la industria de la animación internacional en la década de los años cincuenta, estableciendo las bases de un estilo que, aún hoy, es seguido por un buen número de animadores en todo el globo. Adrián Encinas (Animandoi lo impsible, Yabba Dabba Doo! La animación ilimitada de Hanna-Ba