Nicolás no es feliz: él quiere
ser un niño especial. Nicolás
cree que ha nacido en el lugar
equivocado. Lo que en realidad
ansía es ser un apuesto príncipe,
o un poderoso rey... o ¡tal vez un
pirata y surcar los mares!
Un día aparece un genio grandote
y le concede tres deseos. Pero,
aunque el genio no concederá
a Nicolás la felicidad que tanto
anhela, éste se dará cuenta
de que lo que en realidad desea
es lo que ya tiene.