El desglose de los procesos de selección de las élites locales subalternas y el desempeño del poder municipal en el archipiélago asiático abordado en esta obra permite continuar con la caracterización de las clases dirigentes filipinas iniciada por José Rizal en sus corrosivos escritos hace ya más de un siglo. Fueron los últimos caciques de la etapa colonial española, pero en muchos casos también fueron los primeros caciques del periodo de dominio norteamericano. Este libro precisamente bucea en algunas de las claves de esta decisiva estructura de poder. Las clases dirigentes locales desempeñaron un papel ineludible en las resistencias y lealtades que despertó el gobierno de la metrópoli en las posesiones orientales. A partir del examen de las elecciones municipales se rastrean los mecanismos de representación y el ejercicio del poder local a finales del siglo XIX. Dentro del armazón político-administrativo implantado en el archipiélago asiático, el eslabón municipal fue uno de los escasos espacios de poder tangibles para las élites filipinas. Esta razón justifica el interés por escudriñar la estrategia desplegada por el Estado colonial dentro de las luchas de poder entabladas entre las pujantes élites insulares por hacerse con la vara municipal, sus causas y sus consecuencias. A partir de los fondos procedentes de los Philippine National Archives, se indaga la selección de estos decisivos subalternos orquestada por las autoridades coloniales en función de criterios políticos, raciales, económicos, militares y religiosos. En último término se interrelaciona el enorme poder atesorado por las órdenes regulares y los funcionarios metropolitanos con las expresiones de protesta, malestar social y contestación, junto a su significado más amplio dentro de las corrientes historiográficas que han abordado los perfiles del movimiento nacionalista e independentista filipino que germinó en los años previos al desastre del 98. Juan Antonio Inarejos Muñoz es licenciado en Historia y doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Castilla-La Mancha. Ha sido investigador postdoctoral en LÉcole des Hautes Études en Sciences Sociales (París) y el Instituto de Historia del CSIC (Madrid). En la actualidad es profesor en la Universidad de Extremadura. Sus investigaciones se han centrado en el liberalismo isabelino y la política colonial española de la segunda mitad del siglo XIX. Entre sus obras habría que destacar las monografías Ciudadanos, propietarios y electores en la construcción del liberalismo español. El caso de las provincias castellano-manchegas (1854-1868), Madrid, Biblioteca Nueva, 2008; La revolución de 1854 en la España rural, Ciudad Real, IEM, 2010; e Intervenciones coloniales y nacionalismo español. La política exterior de la Unión Liberal y sus vínculos con la Francia de Napoleón III (1856-1868).