«Cuando pasaba tiempo con la Madre Teresa y veía cómo atendía a los enfermos y moribundos, sentía el aura de santidad que la envolvía; al verla arrodillada para la oración, perdida en su comunicación con Dios, me preguntaba si no estaría viendo una parte de Nuestra Señora, si no estaría vislumbrando a la Virgen de Nazaret.»
Joseph Langford, Cofundador de los Misioneros de la Caridad de Madre Teresa
La experiencia de la Madre Teresa puede ser la nuestra y podemos aprender de ella. Estando cerca de Nuestra Señora podemos encontrar la fuerza y el coraje para sobrellevar nuestras cruces y penalidades. Desde el amanecer hasta el crepúsculo, año tras año, la vida de la «Santa de Calcuta» transcurrió al amparo de Nuestra Señora. La Virgen María nos ayuda -como descubrió la Madre Teresa cuando tuvo su visión- a llevar una vida contemplativa al pie de la cruz y poder descubrir la presencia de Dios y el amor, incluso en medio de nuestras tribulaciones y noches oscuras.