Amy Chua ha levantado una gran polémica en EE. UU. con su defensa de la disciplina frente al exceso de proteccionismo y la búsqueda de la excelencia sobre cualquier otro valor en la educación de los hijos. Normas como no dormir fuera de casa, no ver la televisión o no sacar notas por debajo del sobresaliente pueden resultar difíciles de entender para la mentalidad occidental, pero la autora las defiende como una pedagogía con la que se obtienen mejores resultados que los conseguidos a través del estilo occidental de crianza. «Mucha gente se pregunta mara
villada cómo es posible que los progenitores chinos críen hijos tan estereotípicamente brillantes y qué hacen esos padres para producir tan elevado número de ases de las matemáticas y prodigios de la música, cómo es la vida en el seno familiar y si ellos serían capaces de conseguirlo también. Se trata de creer en sus hijos más que nadie -más de lo que creen en sí mismos- y ayudarles a desarrollar todo su potencial.»
Madre tigre, hijos leones es una historia honesta y provocadora que revela, en el fondo, las esperanzas de una madre por sus hijas y los riesgos que está dispuesta a asumir por su futuro.