Reconocido en el mundo por su forma atractiva y su función catártica, el mandala es una imagen que transmite paz, aunque su creación sea compleja. Sus colores pueden ser vibrantes e inspiradores, como el amarillo, el celeste y el rosa, o puede lucir una paleta de tonos más reposados, como el azul profundo, rojo oscuro o verde. Esta cuidada edición presenta cuarenta y seis motivos únicos de mandalas en blanco y negro para pintar, acompañados por una galería de ejemplos que se propone como fuente de inspiración. El calado de la página permite colgarlos o regalarlos. Así, esta estimulante recopilación de figuras originales es perfecta para quienes buscan mejorar sus técnicas artísticas o para aliviar el estrés.