El desastre de la flota de Nueva España de 1628, cuyo general era don Juan de Benavides Bazán, es un caso singular en la historia de la Carrera de Indias. Único, porque tesoro y naves fueron apresadas al completo por primera vez por los enemigos de la Monarquía Católica. El hecho tuvo funestas consecuencias en la guerra que se libraba en el norte de Europa contra las Provincias Unidas, pero a ojos del gobierno fue peor el descrédito del reino que la pérdida de la plata a manos de los rebeldes holandeses. ¿Se debió aquel desastre a la corrupción generalizada que sufría el sistema de flotas ¿A la mala gestión de su general ¿Fue solo una cuestión de mala suerte en una confrontación contra la armada holandesa, muy superior en número de naves Estas páginas dan respuesta a esas preguntas. Los lectores podrán sumergirse en el sistema de la Carrera de Indias; asistir al drama de aquella fatídica noche de septiembre de 1628; seguir el juicio al infausto general y conocer sus consecuencias en la guerra que libraba en Europa la monarquía de Felipe IV.