Iglesia, ¿adónde vas? La crisis que está atravesando el pontificado de Benedicto XVI ya viene de lejos. El escándalo de los sacerdotes pedófi los y los muchos cristianos que «abandonan» la Iglesia no es algo que haya surgido de la noche a la mañana. Se trata de una crisis espiritual, causada por el declive de la vida de fe y de la moral. Una crisis institucional, que interpela a los episcopados y a la Curia romana. Una crisis en las relaciones con la modernidad, con la cultura laica. Sin embargo, además de ser un acto de acusación y de indignación, este alegato es también un acto de amor hacia la Iglesia por parte de un cristiano que, como otros muchos creyentes y no creyentes, desea el inicio de una gran reforma y un regreso a aquella revolución, que se quedó a medias, del concilio Vaticano II.