Las memorias de un personaje que influyó poderosamente en Baudelaire, Dostoievski, Victor Hugo... El primer hombre moderno, según el poeta francés.En enero de 1836, tras ser declarado culpable por diversos delitos de estafa y asesinato, Pierre-François Lacenaire (Lyon, 1803-París, 1836) culminó su venganza contra la sociedad subiendo con paso firme a la guillotina. La delincuencia, «privilegio» exclusivo hasta ese momento de las clases marginales y analfabetas, se encarnó entonces en un hijo de la burguesía con dotes para la poesía y la oratoria. El «caso Lacenaire» inspiró a muchos escritores, desde Stendhal hasta André Breton. Baudelaire no ocultó su fascinación y se refirió a él como «el primer hombre moderno». Dostoievski leyó sobre su proceso judicial y se inspiró en él para escribir «Crimen y castigo», y Jacques Prévert, a través del cine, también le dio vida...