Gregor Samsa despierta una mañana convertido en un insecto, pero no deja de hacerse preguntas mientras se produce una transformación, una metamorfosis que no afecta sólo a su aspecto exterior, su caparazón, sino también (y sobre todo) a su interior, a sus pensamientos y a su actitud ante la vida. El libro más leído de Franz Kafka, uno de los ejemplos más depurados de su técnica narrativa.