El pequeño narrador de esta historia adora a su abuelo. Lo encuentra valiente, fuerte y súper inteligente. Pero un día quiere anotar en un cuaderno todo lo que su abuelo le ha enseñado. Entonces se lo muestra y ve que le cuesta descifrar las palabras... El niño comprende entonces que el abuelo no sabe leer y decide enseñarle. Una hermosa historia intergeneracional y llena de complicidad.