Rebecca Wells deseaba desesperadamente dejar atrás su mala reputación. Por fin estaba intentando acabar con su rivalidad con el perfecto Josh Hill, una rivalidad que había empezado hacía veinticuatro años cuando, siendo ella una niña, los Hill se habían mudado a la casa de enfrente. El guapo y popular ranchero era el chico de oro del pueblo... y el hijo que el padre de Rebecca siempre había deseado. Pero por mucho que su padre insistiera en que firmaran una tregua, a Rebecca le resultaba muy difícil olvidarse del resentimiento que sentía hacia Josh. Se negaba a admitir que el hombre al que le encantaba odiar era el mismo al que odiaría amar.
Cuando Katie Rogers volvió a Dundee, Idaho, no fue por propia voluntad, sino porque estaba desilusionada, destrozada... y embarazada. Quería triunfar en la gran ciudad, pero en vez de eso estaba pagando un alto precio por confiar en el hombre equivocado. Booker Robinson era el hombre en quien nunca había confiado, el hombre al que había dejado atrás al irse de Dundee... y la primera persona a la que vio al regresar. Booker, además, se había pasado dos años superando la marcha de Katie. Ella era la última persona a quien quería ver. Pero cuando sus padres se negaron a acogerla y la dejaron en la calle, Booker se encontró enseguida con una compañera de habitación... alguien que necesitaba un padre para su bebé. Katie se había jurado que nunca más volvería a confiar en el hombre equivocado. Pero a veces un hombre no era lo que parecía. A veces era más que eso...