Un día, el papá de Théo le cuenta que estuvo en una selva que es como la
madre de todas las selvas, con árboles tan grandes y tan gordos que se necesitaría a
todos los chicos de la clase para rodear uno? En esa región del mundo donde viven los
zápara y una enorme águila que come monos, nada es igual que en casa. Este cuento
narra desde la voz de un niño, llena de ingenuidad y humor, un viaje real a la selva
ecuatoriana y es una maravillosa excusa para hablar de la destrucción del entorno
natural, la diversidad cultural y el respeto que le debemos a todo lo viviente.
Ilustraciones, fotos auténticas y un buen texto imitan a la perfección el diario de este
nene de ciudad, lleno de datos interesantes, aventura y emoción.