España es la primera potencia mundial en misioneros: hay casi 11.000,repartidos entre los cinco continentes. No son héroes: es decir, noparten persiguiendo ideales. Más bien obedecen a la llamada de Dios,que les da la fuerza para evangelizar allí donde la Iglesia les envía, explica monseñor Giampietro Dal Toso, presidente mundial de ObrasMisionales Pontificias. Entre esos miles de misioneros está JuliaAguiar, un referente mundial en la lucha contra la úlcera de Buruli,en Benín; o el escolapio José Alfaro, un quijote que ha construidocentenares de escuelas en el Himalaya; monseñor Juan José Aguirre, que hizo de escudo humano ante la guerrilla en Centroáfrica, o AndrésDíaz de Rábago, jesuita de más de cien años, que fue expulsado deChina por Mao y que con más de 70 años como misionero sigue al pie del cañón en Taiwán. Son once relatos apasionantes de la misión adgentes, de quienes hoy recogen el testigo de san Francisco Javier o de Fray Junípero Serra. Once historias para que el lector viva lamisión, con la idea de que a nuevos tiempos, nuevo ardor, nuevadinámica y nuevos métodos, como señala en