El objetivo de esta obra es abordar la muerte por suicidio desde una perspectiva global, lo que supone prestar atención tanto al sufrimiento de las personas que optan por esta decisión irreversible como al duelo de los supervivientes (familiares y allegados) que tienen que hacer frente a esta realidad dramática. No se puede disociar la realidad de la persona que se ha quitado la vida de la estela de dolor que deja en su entorno inmediato. La muerte por suicidio es un fenómeno específicamente humano y ha estado rodeada de un aura de silencio -la muerte silenciosa-, sobre todo en lo referido a las personas jóvenes, y de un temor al efecto contagio. Se trata, sin embargo, de un problema de salud pública que, en mayor o menor grado, afecta a todas las sociedades y que está asociado a un estigma que puede impedir la adopción de las medidas de prevención adecuadas y aumentar el sufrimiento de los supervivientes.