En Mujeres de la Revolución, (1854) Jules Michelet recrea los personajes femeninos que intervinieron en el periodo revolucionario 1789-1794. El arrojo de madame Legrós, que convirtió en obsesión vital la liberación de Latude, el prisionero más antiguo de la Bastilla; la valentía de las mujeres que con su actitud el 6 de octubre obligaron a Luis XVI a abandonar Versalles para dirigirse a Paris; las mujeres de tribuna y espada como Théroigne de Méricourt, y Olympe de Gouges, autora de la Declaración de los Derechos de la mujer y la ciudadana; escritoras y activistas como madame Roland, autora de unas interesantes Memorias; madame de Stäel, cuyo salón gozó de gran influencia. Y junto a estas, las realistas, vendeanas, contrarrevolucionarias, entre cuyas filas había religiosas que abandonaban el cenobio para combatir la revolución.