Granada, 1475. María, de diez años de edad y capturada en su aldea natal murciana por soldados granadinos, llega a la capital del reino nazarí para ser vendida como esclava a una poderosa familia musulmana. En los años siguientes, como concubina, será destinada a concebir un heredero para su amo, y posteriormente como madre, vivirá el ocaso del emirato del rey Boabdil y la conquista de la ciudad de la Alhambra por los Reyes Católicos, quedando inmersa en los conflictos religiosos, la intolerancia y el fanatismo que caracterizaron la época.