El día que Madelyn Ward cometió la locura de saltarse las normas, seconvirtió en la chica perfecta caída en desgracia. En boca de todos yculpable de un terremoto familiar, huye a Nueva York para camuflarseentre la multitud. Con un nuevo trabajo en una ciudad que detesta,solo le faltaba tropezarse con el hombre más inaguantable delplaneta.Dicen de Gabriel Brooks que nació con una calculadora en lugar de corazón. Dueño de uno de los grandes grupos empresariales delpaís, nadie se atreve a replicarle y su palabra es ley. Hasta que secruza en su camino una mujer imprevisible que da curvas y giros a surectilínea existencia.