Esta es una historia real. El 3 de agosto de 1984, Betty Mahmoody y su marido, un medico iraní afincado en Estados Unidos, se van de vacaciones a Teherán con su hija Mahtib, de cuatro años. Transcurridas dos semanas, el marido decide establecerse allí y, amparado por la ley iraní, obliga a su mujer a quedarse en el país, a menos que acepte separarse de su hija. Betty, atrapada en una cultura que le es ajena, planea huir con su pequeña a través de las montañas de Irán y Turquía.