Manuel teme a la muerte, pero a la vida también. Obsesivo, hipocondríaco y con tendencia a la depresión, escribe todos sus recuerdos por recomendación de su psiquiatra. Habla de sus padres, de sus novias, de sus dermatitis, de aquellos puntitos rojos que le salieron en el surco balanoprepucial. Si quiere recuperar la cordura y no acabar tirándose al vacío, deberá adentrarse en su mente para sanarla.