Logan es el hijo adolescente de una familia inglesa en crisis; se ve obligado a acompañarlos a pasar las vacaciones en la casa familiar, en un pequeño y aislado pueblo de montaña. Justo cuando decide huir, y sin habérselo contado a nadie, Logan encuentra una frase escrita por una mano femenina en la ventana de su habitación: "No te vayas".