La noche del 13 de noviembre de 2015 Antoine, un joven periodista, se queda en casa con el pequeño Melvil, de diecisiete meses, para que su mujer, Hélène, pueda ir al concierto de los Eagles of Death Metal en la sala Bataclan de París.
Tras enterarse de los atentados, y con el miedo en el cuerpo, Antoine recorre hospitales y comisarías de policía. Sus peores temores se confirman: Hélène es una de las víctimas mortales. Lo primero es identificar el cuerpo; luego viene el papeleo, los psicólogos, los policías, la familia y los amigos. ¿Cómo seguir viviendo? ¿Qué decirle a Melvil cuando reclama a su madre?
Pero la vida se empeña en continuar. En la guardería, las madres llevan cada día papillas caseras para Melvil que solo come potitos industriales y a casa llegan cartas de apoyo de todos los rincones del mundo. Entretanto, Antoine intenta adaptarse a su nueva realidad: bañar a Melvil, alimentarle, mimarle, ir a la tumba de Hélène, imaginar cómo será su relación con su hijo a partir de entonces