La oración transforma la vida del cristiano. Aporta alegría, luz, fuerza, energía. Pero a menudo, a pesar de la buena voluntad, percibimos que rezamos poco o lo hacemos con poca fe. En esta brevísima guía de oración, el autor, traducido ya a más de veinte lenguas, sugiere un camino para rehacer la propia interioridad: buscar diez minutos diarios de retiro, en casa, en el metro o donde se pueda, y orar. Se dirige a gente que apenas dispone de tiempo, y les ofrece, también de la mano de los santos, una valiosa escuela de oración.