Nos enorgullece recuperar el deslumbrante poema épico Omeros, del Premio Nobel Derek Walcott, en la maravillosa versión del poeta mexicano José Luis Rivas. Entre los diversos avatares que el aura legendaria de Homero y su obra han conocido a lo largo de la historia de las letras inglesas, acaso los dos más asombrosos sean el Ulises de Joyce y el Omeros de Walcott. Como en la Il¡ada («Omeros» es el nombre de Homero «en la antigua lengua de las islas», invocado por una muchacha griega, Ant¡gona, exiliada en América), la historia comienza con la rivalidad por el amor de una mujer. No es una princesa sino una negra criada antillana, y quienes luchan por ella no son reyes sino pescadores, pero el rostro de Helena es de aquellos en que los dioses «consagran toda la belleza de una raza». Ella ama a Aquiles pero le deja por Héctor, y un d¡a en que el pueblo se prepara para una fiesta, el amante desdeñado zarpa de Santa Luc¡a, y en un sueño iniciático y un viaje a través de siglos es devuelto a la tierra de sus antepasados, en la costa occidental de Africa. Y mientras Aquiles va tras sus ra¡ces, otro personaje