Cuando Mamet Franciac Turon, alias Moscardón, fue reconocido como jefe de la pandilla, los había más listos y más rápidos, pero ninguno le superaba en astucia ni podía con él a la hora de pelear. Era el prototipo del pícaro. Pasaron los años. Un día se encuentra con Ricardo y Mariano. Éstos le proponen participar en un negocio: escribir una novela con las aventuras de Moscardón.