¿Cómo hablar de una ciudad que se ama? ¿Cómo hablar de su cielo, del Sena, de sus monumentos,
de sus avenidas y estatuas? París, sólo cinco letras para designar a una de las ciudades más bellas del mundo, la ciudad de los decorados
de película, la ciudad-museo, la ciudad de las revoluciones
y las barricadas. Pero también -lo que es casi una paradoja-
la ciudad cambiante cuya faz está siempre en continua remodelación.
Dos artistas han conjugado sus talentos para rendir homenaje a la belleza de esta capital. Un pincel y una pluma han compuesto un himno a la gloria de París.
Una oda enamorada...