Toru tiene doce años. Vive en Tokio una vida monótona, gris: padres,
colegio... No se relaciona con nadie, sólo con su amigo el bromista
Hiraku, al que él es el único que puede ver, y con Shirato, un niño
extraño que viste faldas. Ni siquiera participa en los chats de su edad
en los que entra cada noche, sólo observa. Todo va a cambiar ante una
aparición inesperada en la red. Una aparición que puede ser una amenaza:
un fantasma. Pero Toru se va a dejar llevar por ese mundo subterráneo
que también los observa.
Enfrentado con el cinismo de los adultos, Toru intentará pianissimo dar
un sentido a su vida