Bajo
el epígrafe de Poemas (1926 -1977) se reúne
por primera vez toda la producción lírica de Paul Bowles
( Nueva York, 1910).
Como señala Antonio
Merino en la introducción, su épica, comprometida con la
sensibilidad y los mortales levantamientos estéticos, nos ofrece
un condensado manual de supervivencia, una aceptación ¿
sin esperanza?, pero la imagen del silencio, su habilidad para dotar al
ser humano de contenido racional y ético, hacen que su exploración
poética siga guardando intactos los fantasmas de una existencia
que se justifica por si misma.