La batalla entre la dama y el libertino estaba a punto de comenzar
Lady Justine estaba dispuesta a perder su buen nombre, su reputación y su lugar en la alta sociedad londinense, siempre ávida de rumores, por conseguir la excarcelación de su padre. Pero cuando el legendario duque de Bradford respondió a su oferta con una proposición de matrimonio, la apuesta subió varios puntos. Porque aunque el seductor lord era famoso por sus conquistas, se mostraba indiferente tanto a su devoción como a sus encantos. Y Justine temería muy pronto haberse molestado para nada