¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la salvación! Esta bella frase del profeta Isaías constituye un buen resumen del libro dirigido por Bianchi a los sacerdotes.
La celebración y la Palabra se revelan en la vida del presbítero como un arte que debe protegerse y desarrollar. No se trata, pues, de meras actividades que caracterizan una profesión o de simples acciones que deben realizarse, sino de una sensibilidad que brota de la unión con Cristo y se comunica con la delicadeza de la ternura.
Desde su profunda experiencia monástica y pastoral, Bianchi se esfuerza por ayudar a los sacerdotes a valorar y ejercer con esmero y belleza la presidencia de las celebraciones litúrgicas, y a prestar amorosa atención a la palabra de Dios, alimento para su vida y objeto de su acción pastoral.