De la Introducción de Lewis Carroll:
Casi todos de los siguientes setenta y dos problemas son verdaderos "problemas de almohada", habiendo sido resueltos, de cabeza, mientras estaba acostado y despierto...
Mi motivo para publicar estos problemas, con sus soluciones elaboradas mentalmente, no es ciertamente un deseo de mostrar el poder del cálculo mental. El mío (...) no es nada del otro mundo...