Leo Strauss es un autor extraño, controvertido, difícil, y sumamente interesante para quien siga sus comentarios con paciencia y tenacidad, pues nos invita de continuo a la experiencia del pensar.
Nacido en Alemania, su condición de judío le llevó a emigrar a Estados Unidos a finales de los años treinta. Durante muchos años, desarrolló una importante labor docente en la Universidad de Chicago. Se dedicó especialmente a la filosofía política (y a la tensión entre la filosofía y la política). Llegó a la conclusión de que el estudio del pasado es un camino de liberación de muchos de nuestros prejuicios contemporáneos y de ahí sus numerosos trabajos, originales y profundos, sobre los filósofos clásicos. Destaca su admiración por la figura de Sócrates, la mejor expresión, según Strauss, del racionalismo político clásico. Uno de los dos textos contenidos en este volumen, "El problema de Sócrates", procede precisamente de unas conferencias que dictó Strauss sobre este filósofo. El segundo de los textos, "¿Progreso o retorno?", es una reflexión sobre la crisis de la idea de progreso y sobre la tensión entre las dos raíces y fundamentos de Occidente: Atenas y Jerusalén, la filosofía y la Biblia.
La introducción ha corrido a cargo de Josep M. Esquirol, profesor de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Barcelona, autor de varios ensayos sobre temas contemporáneos, y de estudios sobre Husserl, Mounier, Lévinas, Arendt y Patocka.