Pocas veces en la historia han recaído sobre un solo hombre tantas esperanzas. Barack Hussein Obama surgió desde un relativo anonimato para ganar una de las campañas presidenciales más apasionantes de la historia, seguida con pasión por todo el planeta. Que un joven senador desconocido, de padre keniano, criado en Bangladesh y Hawai, cuyo segundo nombre es árabe, lograra triunfar ante candidatos como Hilary Clinton, la primera mujer con posibilidades reales de ser presidenta,o John McCain, el héroe de guerra y el republicano más liberal, parecía imposible. Y sin embargo ocurrió gracias a la implicación de millones de personas que decidieron compartir un sueño y afirmar con firmeza e ilusión «Sí, podemos». En manos de David Remnick, un coloso del periodismo estadounidense, director de la mítica revista The New Yorker, la historia de su vida y de la campaña que le convirtió en el hombre más poderoso del mundo es un retrato fascinante de Estados Unidos, el país que quizá represente mejor la modernidad y que es capaz de encarnar la esperanza global a