Un divertido decálogo sobre las apariencias y cómo defenderte de ellas.
En mi mundo los quesos están divinos... Si te quedas, te enseñaré a degustarlos y a averiguar qué hay que hacer para que nunca más te la den con queso... ¡malo!
Si no quieres ser ovejita redilera, aprende a no hacerle la pelota al jefe de la manada. Una cosa es el queso de oveja (¡buenísimo!), y otra redilear.