Ashlyn ha perdido a su hermana gemela y con su madre sumida en una depresión, se ve obligada a trasladarse e irse a vivir con su padre en Wisconsin. Allí conoce por casualidad a Daniel Daniels, un hombre roto. Conectan más allá de las leyes de la química. Ambos quieren olvidar el dolor de sus vidas, hasta que un día se encuentran en la escuela, él como profesor y ella como alumna.