Nuria no es como los demás niños: sus ojos rasgados, su mirada fija y su dificultad para entender las cosas a la velocidad de sus hermanos le hacen diferente. Por eso, integrarse en el colegio le resulta difícil, hasta que consigue demostrar una habilidad con la que supera a todos sus compañeros: montar en pony. El libro muestra con delicadeza los progresos de esta niña, que consigue sentirse realizada y valorada practicando la equitación, un deporte que ha demostrado ser especialmente beneficioso para niños con algunas discapacidades.