Plantear una lectura ?esotérica? o ?cabalística? del Quijote no es algo nuevo, pero quizá sea necesario releerlo con ojos nuevos, con ojos de ?desocupado lector?. Para el autor, Cervantes nos ofrece suficientes pistas para que le leamos entre líneas, y el texto de El Quijote es la excusa perfecta para decir lo que no puede ser dicho. Cervantes no es libre, se encuentra en el exilio, en la cárcel de este mundo, y su libro es un libro para el exilio escrito desde el exilio: ?se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad tiene su asiento.?
Para Cervantes, los refranes son ?sentencias?, y aunque no los entendamos en su sentido más profundo y secreto, no por ello dejan de tener sentido, y, sobre todo, no dejan de hablar del Sentido al Sentido. En el presente trabajo, el autor analiza numerosos refranes que aparecen en El Quijote y que son de origen sefardí descubriéndonos que Cervantes conocía y utilizaba la Cábala en sus escritos.