El lector de estos relatos descubrirá -además de un estilo difícilmente imitable en el que la repetición de palabras y grupos enteros de palabras articula, a la manera de un tema musical, un pensamiento obsesivo y obsesionante- cómo, a contracorriente y rozando a veces las últimas fronteras de la vida, Bernhard logró concebir y construir una obra que es una exaltación de la supervivencia.