¿Dónde está la frontera entre ortodoxia y heterodoxia? ¿Fue dinámico su
trazado, como lo fueron en el tiempo las fronteras territoriales? ¿La
heterodoxia era percibida por el que la practicaba o, por el contrario, fue
?inventada? por los guardianes oficiales del dogma? ¿Cuáles eran las distintas
formas en que se manifestaba tal heterodoxia? ¿Por qué una práctica concreta
fue admitida y aún promovida para, al cabo del tiempo, ser desechada por
heterodoxa? En definitiva, el esclarecimiento de las dos nociones enfrentadas
y de su papel histórico pasaría por su radical cuestionamiento, tanto en el
pasado como, sobre todo, en el presente, una época en que la globalización
exige un revisionismo de las identidades y alteridades, hasta ahora excluyentes.
En este libro un grupo interdisciplinar de historiadores compara las actitudes
que, frente a las heterodoxias, se adoptaron en el Mundo Hispánico, tanto en
el Viejo Mundo (antes y después del Concilio de Trento) como en el Nuevo
(extirpaciones de idolatrías y devociones consideradas impropias)