Renata y sus amigos forman la Panda de los Simpi, porque han decidido jugar un año entero con juguetes sin pilas.
Pasan un fin de semana en el pueblo del abuelo de Renata y lo pasan bomba aprendiendo mil juegos diferentes.
En uno se disfrazan todos, y uno de los niños, Pachi Gordo, empieza a hablar en verso. Se ha vestido con los
ropajes de palafrenero mayor del rey de un antepasado de Renata, que siempre hablaba en verso, y ha cruzado una
puerta prohibida, por lo que es víctima de un sortilegio. Ya en el barrio, entre todos deciden organizar la Semana
Divertida y un tren de juguete con ayuda del alcalde. Aprenden otros juegos y acabarán por librar a Pachi Gordo del
maleficio.