Fue en medio de una tormenta apocalíptica, mi rostro iluminado por el claroscuro de los relámpagos, que abandoné para siempre la Ciudad de la Belleza. Así comienza la huida de Miroslav, una fuga que se convierte en una búsqueda de los motivos que llevaron a este enigmático artista checo a abandonar su amada Praga y refugiarse como vagabundo en Venecia. Al norte de ese futuro incierto, el polaco Zbigniew medita encarnizadamente sobre la Pasión de Cristo, plasmada en sus esculturas religiosas pero, también, en los desplantes imperdonables que reparte entre sus seres queridos. Y mientras, en Marbach am Neckar, un pequeño pueblo que recoge la memoria literaria de los alemanes, el archivero Jeremias y la doctoranda Sofía se embarcan en un juego de disimulos y peligros. Huida. Búsqueda. Hallazgo. Varias vidas (algunas ficticias, y que reaparecen después de que las conociéramos en otras obras de Martín Gijón; otras reales, como las de Heidegger o Celan), se cruzan en esta novela que también nos lleva a deambular por París, Berlín o Málaga, siguiendo los hilos entre las existencias minúsculas y los acontecimientos c