Este estudio pionero se centra en tres de los más prominentes escritores franceses, Jules Michelet, Gustave Flaubert y Arthur Rimbaud, cuyas obras se comprometían con la representación de una de las prácticas humanas más fascinantes para la vida política como estética: la revolución. El libro aplica el meticuloso análisis retórico en el tema cautivador de la historia intelectual para demostrar que estos autores, dentro de los más influyentes en Europa, recurrieron a una figuración erótica para sus representaciones de la revolución y que una corriente de ironía fundamentalmente creativa atraviesa sus obras.