Bondo y Roboco se deleitan con la cocina de la hermosa Meico en la mansión de Motsuo. Al volver a casa, prueban a elaborar varios platos, pero desatan una cadena de desastres. Como resultado de tanta prueba y error, Roboco consigue perfeccionar su... ¿?¡¡Cagüenla!! ¡¡Ni arroz ni leches en vinagre!!?? ¡He aquí el segundo tomo de Roboco y yo, la historia de la sirvienta más torpe y alegre de todas!